Ella
estaba en su caminata matutina diaria, era una costumbre que tenia desde niña.
Corría todas las mañanas con su padre, hasta que este falleció. Correr le
recordaba a él, el único hombre al que hasta ahora avía amado.
Ese
mismo día un nuevo chico apareció en el parque del vecindario. Avía tenido que
viajar a ese país por problemas en el suyo, y estaría el tiempo enseriaría en
lo que estos se arreglaban. No sabía hablar a la perfección el español, pero se
las apañaba bien con lo poco que sabia. Y al igual que ella lo que mas le
ayudaba a despejar su mente era el correr.
Cada
uno corría por su lado, ambos tan metidos en su mundo que ni se dieron cuenta
cuando estaban uno enfrente del otro, cosa que provocó que ambos chocaran.
Haciendo que ella callera encima de el. La gente alrededor solo se reia de la
escena que ambos avían provocado.
--lo…
lo siento mucho—dijo ella un tanto avergonzada--- no veía por donde venia--- dijo
mientras le ayudaba a levantarse del piso. Ese chico llevaba puesto una casaca
gris, con gorra y lentes negros.
--no,
no te preocupes también fue mi culpa—dijo el con una gran sonrisa, con un no
muy buen español.
--no
eres de por aquí, cierto?-- dijo ella algo curiosa pues su acento no era muy
común en estos lugares.
--eh?
Como lo sabes?—dijo sorprendido y un tanto preocupado, no quería que nadie
supiera de el. Pues se supone tenia que pasar de ser percibido por un mes
--
tu acento,-- apunto ella—no es muy común por estos lugares, aparte conozco a
toda la gente de la zona, son muy amables y yo jamás te avía visto
--como
estas tan segura?—para contestar costaba toda su concentración pues como ya
dije no era muy bueno en el idioma
--sin
duda recordaría aun chico tan guapo. – dicho esto se dispuso a seguir con su
camino. Cuando el la romo del brazo, ella era cálida y tenia una sonrisa muy
linda cosa que provocó en el una gran curiosidad.
--e…eso
es todo?- pregunto el algo incrédulo—no me preguntaras i nombre o algo por el
estilo?
--quieres
que lo haga?—pregunto ella pues se avía confundido un poco, por su aspecto era
mas que obvio que quería pasar de ser percibido y no quería causarle molestias.
Por alguna extraña razón no quería que se sintiera incomodo con su presencia.
--pues…--
no savia como responder a esto, se estaba poniendo nerviosos. Ella era
demasiado segura de si misma y tenia un aura que lo intimidaba un poco
--no
te preocupes, no es necesario—dijo ella con una gran sonrisa—vendrás mañana?
--eso
creo—contesto el todavía un poco cohibido
--entonces—le
dio un beso en la mejilla pues era algo muy común para una presentación—hasta
mañana. – se alejaba cuando volteo y mientras caminaba en reversa y con una
gran sonrisa en el rostro le grito—¡¡ha por cierto!! ¡¡¡Bienvenido!!!
Así
pasaron lo días, todas la mañana se veían en el mismo lugar en el que avían
chocado. Platicaban casi toda la mañana, nunca se dijeron sus nombres. Se
contaron muchas cosas del pasado y el presente. En cuanto a sus trabajos nunca
decían detalles, el le avía comentado que rea músico pero nada mas que eso. Y
ella le comento que era editora en una pequeña editorial de libros.
Cada
vez se hacían mas cercanos
Era
un día nublado, pero eso no les importo pues ambos avían salido con la determinación
de confesar sus sentimientos, pues en ambos avía crecido un gran amor. Pero al
mimo tiempo tenían miedo de ser rechazados.
Mientras
caminaban los nervios eran notorios, pues ninguno hablaba cosa poco común en
ellos. El parque estaba solo, eran y ellos y la naturaleza en una mañana
nublada con promesas de lluvia.
Ella
dio el primer paso, los nervios la mataban pero ya no podía contener ese
sentimiento. Tenia muchas ganas de probar sus labio barias veces se pregunto
como se sentían, ya que nunca antes avía besado a alguien y también era la
primera vez que sentía algo parecido. Se detuvo y tal cual una niña pequeña
tomo la sudadera de el haciendo que este también lo hiciera.
--que
pasa?—pregunto el un tanto preocupado
--te…tengo
algo que decirte—le dijo con una voz entrecortada, sus nervios aumentaban y su
pulso se intensificaba— No…no se como pero tu te has metido muy dentro de
mi—soltó de una sola ves pues ya no podía contenerse mas. El se sorprendió pues
estaba a punto de decirle lo mismo, una gran alegría se apodero de el—Todo el
día pienso en ti, en la tarde y en la tarde y en la noche Ancio que amanezca de
nuevo, para así poder verte. Se que sonara absurdo pues no tenemos mucho tiempo
de conocernos, pero yo…yo…¡¡YO TE AMO!!
Una
lagrima rodo por su mejilla. El quedo en total shock, nunca pensó que podría
llegar a ser tan feliz. En la mañana se cuestionaba si era correcto decirle que
le gustaba pues su tiempo en ese lugar estaba a punto de terminar y no sabia si
ella estaba dispuesta a esperarlo, pero esas palabras lo llenaron de esperanza.
Tomo
su pequeño rostro en sus manos y le dio un beso. Ella se sorprendió pero no
desistió de este, solo se dejo llevar. El con la punta de su lengua recorría la
comisura de sus labios. Ese beso fue largo y apasionado. Una gota toco sus
labios como si con eso se sellara un gran amor.
Se
separo lentamente de ella y viendo la a los ojos, se aseguro de lo que estaba a
punto de hacer. Sabia que sus compañeros lo apoyarían pero aun tenia miedo,
pero era miedo de perderla.
--te
amo! ¡te amo y no pienso dejarte ir!—le dijo con una gran determinación,
después de ese beso y las palabras que le avía dicho ella ya no tenia dudas de
sus sentimientos. Ella estaba tan feliz que no pudo evitar llorar – Yo no te
dejare nunca, no creo poder tener el valor de hacer lo después de enamorarme
enloquecidamente de ti. Tengo que decírtelo, esto será difícil, no se si tu me
quieras apoyar pero te aseguro que si estas conmigo ya nada me importa.—ella
estaba realmente confundida—Te dije que soy un músico, ¿lo recuerdas?
--si—fue
todo lo que dijo pues estaba realmente feliz pero confundida
--No…no
soy cualquier músico. Pertenezco a una bandboy muy popular en mi país y en
algunos otros. Se llama SUPER JUNIOR, y mi nombre es DONGHAE. Estoy aquí por
que aparte de ser mi mes de vacaciones necesitaba encontrar ese algo que me
hacia falta una inspiración para seguir haciendo lo que me gusta. Durante
semanas antes de llegar aquí me emborrache muchas veces y cometí muchos erros
que provocaron que prácticamente me echaran me mandaron para despejarme y
encontrar paz, paz que en ti e encontrado. Se que es difícil—dijo cuando vio la
cara de asombro y confusión que tenia ella—pero si aun así quisieras aceptarme,
luchare todos los días para hacerte la mujer mas feliz del mundo.
Ella
envés de decir algo se lanzo a el, dándole un beso en los labios. El sabia la
respuesta, SI.
La
lluvia empezó a caer con más fuerza. El la tomo de la mano y entraron a una de
las pequeñas cabañas que rentaban para los fines de semana, tratando de
refugiarse.
Al
entrar ella se tropezó y el la sostuvo
--estas
bien?—pregunto algo preocupado
--si,
solo fue un pequeño golpe—el al tomo en sus brazos y la coloco en la mesa.
Con
sumo cuidado, le quito lentamente el tenis y la calceta. Le sobo el pie ella
estaba realmente sonrojada. El continuo con el otro pie, para él el tragas
saliva se le dificultaba por los nervios. Por un impulso beso los pies de ella
y haciendo que se sonrojara aun mas.
Lentamente
mientras acariciaba sus pierna se elevo asta estar frente a su rostro, la beso
apasionadamente, ella se estaba entregando por completo a ese beso y no sabia
lo que estaba a punto de pasar. El tenerlo era suficiente para ella, pues sabia
que el la amaba de la misma forma que ella a el.
Mientras
sus labios seguías en ese hermoso y apasionado beso, lentamente metió su mano
debajo de la playera de ella. Y mientras masajeaba lentamente su pecho
provocaba que ella se excitara aun mas.
Se
separaron hasta que les falto el aliento, pero ella no quería que eso acabara
ahí al separarse le quito la sudadera a el, el al ver eso ya no pudo contenerse
mas. Con desesperación se deshicieron de su ropa. Quedando como dios los avía
traído al mundo. Los besos se intensificaban y ambos recorrían sus cuerpo
tratando de aprenderse asta el más mínimo lunar.
Lentamente
bajo asta su cuello, mientras besaba y mordía el cuello de ella coloco su mano
en su entrepierna. Haciendo que ella se encorvara de la excitación que este
acto le provocaba. Cosa que hizo que los dedos de el entraran mas profundo en
su intimidad.
Lentamente
bajo sus labios a su pechos y besando todo su cuerpo, se coloco entre sus
piernas. Su miembro estaba totalmente erecto y ya no podía mas con ese esa
sensación, lentamente lo introdujo en ella, una lagrima rodo en su rostro
Le
avía dolido pero la pasión podía mas. Cada envestida estaba acompañada de
besos, ella se aferraba con fuerza a su cabello. Y aun a pesar del pequeño
espacio sabia que nada podía ser mejor.
Las
envestidas se hicieron mas rápidas y placenteras. Ella gemía ya no podía
besarlo, se mordía el labio pues no quería gritar. El se encorvaba pues estaba
llegando a su desenlace.
Un
líquido blanco lleno su intimidad y agotado de tanta pasión se rindió en el
pecho de ella.
Ella
acariciaba su cabello con cariño y el seguía besando sus pechos.
--ahora
veo por que a los bebes son tan felices—decía mientras tomaba uno de sus pechos
en su mano.
--estas
loquito sabias—dijo ella con una gran felicidad
--si
pero por ti—dijo con un lindo puchero. Ella levanto su rostro y le dio un beso
de poyo.
--gracias—le
dijo con una gran sonrisa
--¿Por
qué?—
--por
hacerme la mujer mas feliz del mundo—dijo con una gran sonrisa
--de
nada!!—se agacho de nuevo—y lo siento
--¿Por
qué te disculpas?-
--por
que se supone que esto debería ser hermoso en un lujoso hotel, o en la playa
pero la pasión me gano y te hice mía en una cabaña de un parque.
--si,
pero por eso soy feliz, por que gracias a este parque nos conocimos. Y ahora
somos realmente felices en el. —le dio un beso en el cabello.
--TE
AMO, y así tenga que pelear con el mundo entero nunca te dejare.
Le
dio otro beso intenso empezando de nuevo con ese hermoso juego que ahora se avía
convertido en su pasión.
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