Ella estaba
en el estudio practicando lo más posible, pues, la siguiente semana tendría un concurso de
baile de salón, su género era salsa y avía perdido por completo la inspiración.
Hacia días que no se sentía segura, bonita, sexi. No se sentía segura al bailar
salsa, sentía que no tenía la sensualidad necesaria para bailarla. Deprimida,
se sentó frente al espejo a llorar.
- -¿Como que van a tardar?...-escucho
que alguien se acercaba y se limpio las lagrimas- Aviamos quedado a las 3 en
punto… para la otra por favor avisen, voy a ver si nos pueden hacer un espacio
para mañana a las 2… si ya ni se molesten en venir
Al entrar al
estudio, se encontró con ella, que aún tenia los ojos rojos de tanto llorar.
Ella no tenía ni la más remota idea de quien era, o si lo sabia no se acordaba.
El tenia el cabello largo, de un color castaño claro. Llevaba puesto un
pantalón un poco holgado, color caqui y una playera blanca. Era realmente
guapo.
- Lo siento, no sabia que avía alguien-
se disculpo por haber entrado sin permiso- ¿te encuentras bien?- le pregunto al
notar sus bellos ojos ahora cubiertos por una inmensa tristeza.
- Si claro, no te preocupes.- se paro
apresuradamente, se le avía hecho tarde ya.- de todos modos yo ya me retiraba,
me he pasado de mi tiempo correspondiente.
- ¿eres bailarina?- le pregunto el
tratando de hacerle la platica
- Si, tendré una competencia la próxima
semana, pero creo que me retirare
- ¿Por qué? ¿no te has aprendido los
pasos?
- No, no es eso. Es solo que…- lo vio a
los ojos, ¿Por qué le estaba explicando todo a un simple desconocido?- no
importa. Hasta luego
Le dio la
espalda, y camino hacia la salida. El se sintió culpable por haber preguntado
cosas de mas.
- No espera- de dijo mientras la jalaba
del brazo- no era mi intención incomodarte. Por favor no te vallas. Si no te
molesta, me gustaría verte practicar y, si lo deseas, te puedo ayudar
- ¿eres bailarín?- se sorprendió, se lo
imaginaba pues estaban en un estudio de baile. Pero es que su complexión era
tan delicada, aún a pesar de ser hombre.
- Si, a mi grupo, con el que iba a
practicar, les surgieron unos compromisos, por
los cuales me dejaron plantado.
- Que mal, pero en serio ya me tengo
que ir.- no era cierto solo quería estar sola
- ¿De que es tu competencia?- “¿que
acaso este chico no entiende razones?” pensó ella.
- De baile de salón mi género es salsa.
- ¡¿en serio?!- se sorprendió ya que el
no esta acostumbrado a ese -genero. ¿podrías enseñarme?
- Amm… es que, no se.
- Por favor, te invito un helado
después
- Eso no es muy justo- ¿Cómo era
posible que se comunicaran tan bien? Se preguntaba muy en el fondo, pero ella
no le hacia caso a su sentido común, solo, se dejo llevar.
- Oh… lo siento – se le nublo el
rostro- lo mas seguro es que tengas una cita con tu novio
- No, de hecho no tengo tal.
- ¿es eso posible?- al ver su cara de
¿que demonios? Trato de justificarse- es que, bueno mírate, ¡eres hermosa!,
¿como es posible que no tengas una fila de tontos esperándote en algún café de
la ciudad?
Ella
se sonrojo hasta las orejas, su corazón empezaba a latir con mas fuerza de lo
normal. Estaba realmente feliz. El se deslumbro con ese rostro lleno de
felicidad, de ternura, la sensación que tuvo no tenia nombre, ella en simples
palabras, a sus ojos, era perfecta.
Sin
pensarlo, en un impulso, se arrojo hacia ella, plantándole un beso. Ella se
sorprendió, pero no desistió de el. Su beso fue prolongado. Ella se aferro a su
sedoso cabello, el la sostuvo con firmeza de la cintura.
De
una simple platica, terminaron en el piso deleitándose con su lengua del otro.
Fue un beso apasionado, de esos que te humedecen en lo más profundo del cuerpo.
Sin
mas ni mas, el metió su mano por debajo de la playera de ella, tomando entre su
mano su pequeño y delicado seno. Ella se sobre salto, por lo frio de sus manos,
pero no quería que se detuviera. Se dejaron llevar por la pasión. Ella, con sus
dedos, dibujo infinidades de cosas en su espalda.
El
miembro de el estaba desesperado por participar, de entrar en acción, pero el
se contuvo, ya que, no sabia si seria su primera ves de ella. Detuvieron su
beso, pues ambos, se avían quedado sin aliento. Vio su rostro rojo de
vergüenza, pues nunca avía hecho algo por el estilo y menos con un completo
desconocido. La abrazo con fuerza, no quería soltarla. Ambos estaban jadeando
de pasión, pasión que ambos querían continuar.
- Lo siento- le dijo el- no se que me
pasa, es solo que…- no encontraba las palabras correctas.- en serio eres muy
sensual, la cara que pusiste ase un rato, era realmente sexi.
El
después de esas palabras se puso a lengüetear su cuello. Ella se sentía
complacida con sus palabras. Llena de pasión le mordió la oreja, acción que
hiso que el se excitara aún mas. Ya no podía con esa sensación su pene estaba rígido. Al sentirlo se detuvo
el aunque lo deseaba no quería llegar a más.
- ¿Qué pasa?- le pregunto ella
sorprendida
- Lo siento, es solo que yo no quiero
que tu tengas una experiencia tan importante con un completo desconocido.- ella
bajo la mirada, y al hacerlo se dio cuenta del motivo por el que lo decía. Le
dio un beso
- Al parecer tienes un pequeño
problema, lo malo es que aquí no tenemos agua fría.- des pues de oírlo decir
eso la sensualidad avia vuelto a ella- pero ay otras formas de solucionarlo.
- ¿pero?- tato de persuadirla, el
sentía que no era correcto para ella.
- No te preocupes, me siento mejor
contigo que con muchas de las personas que conozco de años, y no quiero que
este sueño termine- se puso roja, le estaba mostrando su verdadero yo.- a decir
verdad tengo miedo que esto realmente sea un sueño, mi único consuelo es que no
soy muy buena imaginando cosas por lo cual nunca podría imaginarme a alguien
tan guapo como tu.
El
le dio un beso. Estaba a punto de desabrocharse cuando ella lo detuvo.
- Aquí no, ven, sígueme.
Lo
llevo alas regaderas antes de meterse al agua que caía con fuerza. Le quito la
playera, su pecho de el, aun a pesar de lo delicado que se veía, era realmente
firme y musculoso. El le quito toda la ropa y ambos se dirigieron a la
regadera.
El la tomo entre sus brazos, cargándola, la
penetro. Ella se sobre salto y gimoteo de placer le araño la espalda. Ambos complacidos con esa
sensación continuaron acompañando cada envestida con besos.
Lo
hicieron dos veces seguidas y en ambas, el se vino dentro de ella.
Al
terminar tomaron una ducha decente juntos, aunque todavía se entregaban a besos
apasionados.
Salieron
del salón tomados de las manos, no sabían como, pero sin la necesidad de saber
sus nombres ambos se sentían completos al fin. Sono su teléfono de el
- ¿Taemin?
¿Por qué no contestabas? Estamos preocupados estamos afuera de la academia y
nos dijeron que no estabas en el
estudio.
Ella
al escuchar el nombre recordó donde lo avía visto antes. Su mejor amiga estaba
obsesionada con ellos, un grupo de chicos guapos que bailaban y cantaban bien a
los cuales ella no les avía puesto ni la mas mínima atención.
- Lo siento estaba tomando un baño- le
contesto Minho, que estaba al otro lado del aparato- no tardo, en un rato los
veo voy a ir a dar una vuelta por la ciudad- colgó sin esperar respuesta
- ¿eres Taemin, del grupo SHINee?
- Si, pensé que lo sabias
- lo siento me tengo que ir esto…
esto…- salió corriendo, se sentía fatal
al haber traicionado a su mejor amiga.
El
trato de detenerla pero no la alcanzo, no sabia ni su nombre. Y derramo
lagrimas de impotencia , rabia, de no habérselo preguntado.
Continuara…
Inspirado en Taemin de SHINee.
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